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Francisco del Rosario Sánchez y sus lauros independentistas
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6 años agoon
Este sábado 9 de marzo la nación conmemora los 202 años del nacimiento del prócer Francisco del Rosario Sánchez, figura relevante en el proceso de liberación de la República Dominicana de la dominación haitiana.
Sánchez tuvo un rol destacado en la proclamación de la independencia en el 1844 y condujo con éxito el movimiento, cuando el ideólogo de la liberación, Juan Pablo Duarte, se marchó al exilio, escapando de la persecución haitiana, y se refugió en Venezuela.
Junto a Matías Ramón Mella y a otros jóvenes contemporáneos, el patriota luchó por la soberanía del Santo Domingo español, sometido por el gobierno haitiano, que ocupó la franja Este el 9 de febrero de 1822, bajo el mando de Jean Pierre Boyer, respaldado por un ejército.
En 1843, Duarte se exilió por temor a ser apresado y Sánchez asumió la dirección de la corriente independentista. Entonces presidió las reuniones de La Trinitaria y amplió contactos con representantes de sectores importantes de la ciudad, con la colaboración de Matías Ramón Mella y otros rebeldes.
El 2 de agosto de 1843 corrió la noticia de que Sánchez había muerto de una contagiosa enfermedad y su ataúd fue enterrado en el cementerio anexo a la Iglesia del Carmen. Gracias a esta treta, pudo evadir la persecución emprendida por el régimen de Charles Hérard y los reformistas haitianos.
Sánchez desempeñó roles fundamentales para que la parte oriental de la isla de Santo Domingo se liberara del dominio extranjero, por lo cual ocupa un lugar destacado en el panteón de los héroes de la patria.
La noche del 27 de febrero de 1844, en la Puerta del Conde, el joven Sánchez proclamó: “¡Separación, Dios, patria y libertad, República Dominicana!”. Y de inmediato izó la bandera y ordenó el toque de una diana.
Después de que fuera proclamada la independencia, Sánchez fue elegido presidente de la Junta Gubernativa, con carácter provisional. Sin embargo, luego ocupó la posición el experimentado Tomás Bobadilla, que había sido funcionario del gobierno haitiano.
Posteriormente, el general Pedro Santana, quien desplazó a Bobadilla como jefe de la Junta Gubernativa, declaró traidores a la patria y deportó a perpetuidad a Duarte, Sánchez y Mella.
La medida afectó, además, a los independentistas Vicente Celestino Duarte, Pedro Pina, Gregorio del Valle y Juan Jiménez, a J. J. Illas y a Juan Isidro Pérez, según la resolución de la Junta Central Gubernativa del 22 de agosto de 1844.
Entonces, el prócer Juan Pablo Duarte llegó a Hamburgo junto a Juan Isidro Pérez y a los hermanos Richiez. En cambio, Sánchez, Mella, Pina e Illas fueron llevados a Inglaterra. Posteriormente, Sánchez residió en Curacao.
Debido a la amnistía dispuesta por el presidente Manuel Jimenes, Sánchez volvió al país el 8 de noviembre del 1848, en la goleta de guerra 27 de febrero, bajo el mando de Juan Alejandro Acosta y en la siguiente década desempeñó diversos cargos públicos.
En abril de 1855 Sánchez retornó al exilio en Curazao y regresó el territorio dominicano en agosto de 1856. Después, en 1859 el patriota fue confinado y desterrado de nuevo a Saint Thomas, debido a sus discrepancias políticas con el presidente Buenaventura Báez.
No obstante, Sánchez entró al país por la frontera Haití en junio de 1861, para luchar contra la Anexión a España, promovida por el presidente Pedro Santana.
“Los patriotas tomaron Cachimán, Las Matas de Farfán, El Cercado y Neiba, pero lluvias incesantes detuvieron las operaciones, obligándolos a retroceder. Los españoles apostaron barcos frente a Puerto Príncipe, por lo cual, el presidente haitiano Fabré Geffrard les retiró el apoyo a los expedicionarios y les intimó a retirarse. El patricio fue traicionado, herido y apresado junto a otros compañeros en El Cercado y conducido a San Juan de la Maguana”, narró el historiador Américo Moreta Castillo en el artículo “Hitos en la vida de Francisco Sánchez, abogado y Padre de la Patria”, publicado en el 2017, en la revista Clío, No. 193, de la Academia Dominicana de la Historia.
El 3 de julio de 1861 empezó el juicio contra Sánchez y sus veinte compañeros en la plaza pública de San Juan de la Maguana, actual Parque Sánchez.
El 4 de julio de 1861, y en cumplimiento de la sentencia de muerte, fueron fusilados en el camposanto de San Juan el patriota Sánchez, el poeta y periodista Félix Mota, Domingo Piñeyro Boscán, Rudecindo de León, Francisco Martínez, Julián Morris y Morris, Juan Erazo, Benigno del Castillo, Gabino Simonó Guante, comandante Manuel Baldemora, José Antonio Figueroa, Pedro Zorrilla, Luciano Solís, José Corporán (o Ciprián), Juan Gregorio Rincón, José de Jesús Paredes (o Pared), Epifanio Jiménez (o Sierra), Segundo Mártir (o Alcántara), Juan Dragón, León García y Juan de la Cruz.
Mientras era conducido al cadalso en una silla de manos, debido a que estaba herido, el patriota pedía a Dios piedad y misericordia.
“Antes de ser fusilado, al pie de una gúasima, pidió al joven Avelino Orozco que le ayudara a ser envuelto en la bandera dominicana, y a la orden de ¡Fuego!, gritó más fuerte: “¡Finis Polonia!”, como alusión al fin de la República y evocando al patriota polaco Tadeo Kosciuszco en la batalla de Maciejowice, del 4 de octubre de 1794”, contó Moreta Castillo.
En la época a Pedro Santana le reprocharon los fusilamientos.