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Nacionales

A la escalera del éxito no se sube solo

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 Sobre este tema escribí la prime­ra parte en mi co­lumna de la se­mana pasada. Paso a dar crédito a otras personas que fueron funda­mentales en el desarrollo de mi vida profesional.

Modesto Díaz, hijo, lo co­nocí en 1959, en uno de mis primeros viajes, como asis­tente del director de cruceros del barco Evangeline, en Nas­sau, Las Bahamas, donde él ejercía las funciones de cón­sul general. Se produjo una química de gran simpatía y amistad entre nosotros, des­de el primer momento. Cada vez que el barco hacía escala, en Nassau, nos reuníamos. Ascendido a director de cru­ceros al año de mis inicios, una noche fuimos al Peanut Taylor‘s Goombay Club. Me preguntó: ¿Qué piensas que harías cuando dejes el bar­co y regreses a Dominicana? Le contesté: ´Como locutor, lo ideal para mi sería con­seguir una licencia para po­der poner mi propia emisora de radio, pero sé que eso es muy difícil porque no tengo ninguna relación con los es­tamentos de poder que deci­den esas cosas´. Entonces él me dijo: Ah!, pero eso yo te lo consigo. Efectivamente, en un viaje al país hizo la gestión ante uno de los miembros del Consejo de Estado y me con­siguió la licencia, por lo que pude crear a Radio Univer­sal. Quise compensarlo, pe­ro no hubo manera de que él lo aceptara. En paz descan­se mi gran amigo, Modestico Díaz.

Víctor Cabral, cuando re­gresó de Londres en 1966, después del ejercicio como Ministro Consejero de nues­tra Embajada y Cónsul Ge­neral, en una ocasión me dijo: ´Ellis, hay un formato de televisión, muy exitoso, que en Estados Unidos lo representa el Tonight Show, y en Londres lo realiza Da­vid Frost. Veo que aquí no se hace algo así, y creo que tú serías la figura perfec­ta para realizarlo´. Le di­je: Víctor, me parece muy bien, pero mis compromi­sos de viajar para transmi­tir juegos de Grandes Li­gas, siguiendo las carreras de los peloteros dominica­nos, no me permitirían ha­cer las dos cosas, por lo que lo desestimo. Él me dijo: Yo podría ser tu contrafigu­ra y llenar el espacio en las ocasiones que viajes. Eso decidió mi integración a la televisión. Víctor fue luego determinante en que la Gulf & Western me seleccionara como director ejecutivo del Centro de Información Tu­rística que se estableció en la Zona Colonial, en apoyo a la oficina que ya existía en Nueva York.



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