Nacionales
Secuestros reviven tensión entre atribulados haitianos
El secuestro de la exprimera Dama de Haití, Solange Lafontant, la viuda del fenecido presidente René Preval, y el del periodista Alexander Galvez, corresponsal en el país vecino de la cadena de televisión Telemicro, de Santo Domingo, ha renovado la tensión entre los haitianos que vieron un respiro por algunos días de las acciones violentas de las bandas armadas.
A los secuestros que cometen haitianos para pedir rescate en su país se sumas ahora la retención de propiedades y animales para iguales fines, dijeron religiosos, comerciantes, activistas de derechos humanos y otros.
Ayer, haitianos de clase media y alta hacían filas en la Dirección de Migración y Aduanas en Dajabón para completar su proceso legal y seguir su ruta hacia República Dominicana, donde dicen se quedarían viviendo hasta que la situación mejore en su país.
Otro medio ilícito para pedir rescates
Desde un perro de raza hasta una motocicleta, igual que niños que salen de las escuelas, bandas que ahora se han extendido al Norte de Haití, en ruta hacia República Dominicana, son retenidos para pedir a sus propietarios y a sus padres, pagar por “el favor que le hicieron”.
“Mis dos hijos, de 9 y 10 años, una hembra y varón, regresaban de la escuela en Fort Liberté, pero unos delincuentes a bordo de un vehículo color gris, los raptaron, luego fueron a mi casa diciendo que ellos estaban perdidos y que los rescataron”, contó en medio de lágrimas Jeannet Charles, una enfermera que esperaba junto a su esposo el proceso de depuración de sus documentos para establecerse en Santiago.
“Tuvimos que pagar para que nos devolvieran a nuestros hijos; ellos chantajean a la gente, nos dijeron que nuestros hijos estaban perdidos, que ellos los socorrieron y que eso tiene sus recompensas”, indicaron.
“No es tanta la cantidad de dinero como piden las bandas que se dedican al secuestro en Puerto Príncipe y otras ciudades de Haití, pero hay que buscar dinero, de donde no hay”, enfatizó Charles.
En lo que tiene que ver con los niños, los delincuentes haitianos los retienen al salir de sus centros educativos, se comunican con sus padres, les dicen que están perdidos en las calles y que ellos los rescataron y que por eso tienen que pagar dinero “por el favor” que alegan le hicieron.
Respecto a los perros de raza, haitianos dicen que los integrantes de bandas también los retienen y, para devolvérselos, tienen que pagar. En relación con las motocicletas, los mismos
bandoleros las roban y luego exigen una cantidad de dinero mayor a su valor, por lo la mayoría de afectados termina dejándolas perdidas, más bien, en su poder.
Elizabeth Laguerre hacía cola en el área de Migración y Aduanas junto a su esposo, de origen canadiense.
Raptaron su perrita
Dijeron haber vendido una tienda de electrodomésticos que tenían en Petit Anse, de Cabo Haitiano, la segunda ciudad de Haití, y ahora decidieron establecer residencia fija en República Dominicana, afirmando que Haití se ha convertido en tierra de delincuentes, secuestradores y que ya “está invivible”.
Delincuentes le raptaron una perrita Chihuahua y que al irla a buscarla le exigían una suma de dinero muy alta.
LA CRISIS
Perdieron toda esperanza
No aguantan más.
Renso Anthoine, un activista de derechos humanos y protección civil del Noroeste de Haití, indica que sus compatriotas han perdido completamente la esperanza en su país y quieren emigrar a República Dominicana. “Antes eran los pobres que emigraban a este país, ahora lo hacen los pobres, los ricos y los de clase media, en Haití no se puede vivir…”