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Futuro incierto PLD
Aun cuando en política nada está escrito y es muy temprano para predicciones, todo apunta a que el PLD no tiene la más mínima posibilidad de reconquistar en el 2024 el poder que perdió de mala manera, como dijera el responsable de la división y el consiguiente fracaso de la organización fundada por Bosch, el expresidente Danilo Medina.
Recordemos que, en vez de estar “encuevados” y reponiéndose de la vergüenza por sus errores y faltas en el desempeño público todavía en proceso de investigación, la primera declaración del cabeza y guía de los morados fue de que el PLD “volvía para la calle” a reactivarse políticamente.
Y en la última salida para encabezar un proceso de elección interna, la controversial figura expresó no tener dudas de que el PLD volvería al poder en el 2024 (¿).
Eso en muchos provocaría solo risa, como ocurrió con el expresidente de la Cámara de Diputados Ruben Maldonado ante una pregunta de Huchi Lora en el Canal 11, pero a otros les daría pie para mofas en las redes sociales o para renovar cuestionamientos a un desempeño público que dejó mucho que desear y que ,de entrada, ya ha dejado varios presos del entorno presidencial pasado y un sin número de investigados por casos de corrupción que han escandalizado.
Por ejemplo, el caso de un viejo compañero y amigo de los medios, que ante lo de que “el PLD volvía al poder en el 2024”, se preguntó si no sería: “¿para buscar lo que les falto llevarse cuando salieron del gobierno?”.
En democracia, el PLD y sus dirigentes tienen derecho a defenderse, a moverse y hasta a dar sus “patadas de ahogado”, pero tienen que afinar un poco más en materia de puntería, prudencia y sentido de la oportunidad.
Sacar cara o cabeza tan temprano – en especial con determinados temas sobre los que no dieron el mejor ejemplo y no son los más indicados – puede llevarlos a hacer un papelazo.
Por ejemplo, eso de que “el PLD volvió, que va para la calle o que vuelve al poder en el 24” no es más que un apuntar con carabina vacía al Gobierno y al resto del espectro político del pais, sin que surta el menor efecto.
Se entiende como elemento de defensa, pero los decires al respecto solo buscarían tratar de frenar la acción del Ministerio Público en base al meta mensaje:” si volvemos, mañana perseguimos a los que nos persiguieron” (?).
Eso, que no deja de ser amenaza entendible, en uno que otro timorato puede que funcione, pero de seguro que en el Gobierno y en la actual cabeza del Ministerio Publico hay gente, mujeres y hombres, que “no cogen corte”, como diría Lila Alburquerque en sus días estelares.