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4 consejos para disfrutar de un viaje al volante

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La intensidad del tránsito en épocas de vacaciones suele hacer más largo de lo habitual el tiempo que se permanece en la ruta. Los pasajeros pueden tener distintas distracciones o descansar, pero quien conduce debe mantener su atención en el camino y no siempre es algo simple de lograr.

El tiempos de vacaciones, el cambio de quincena en los meses de verano es siempre un momento crítico en las rutas. Se juntan quienes salen de vacaciones con quienes regresan y, salvo en las autovías con dos manos separadas en cada sentido, la convivencia en la misma calzada de un gran número de automóviles que van en direcciones opuestas requiere mucha precaución y atención de los conductores a lo que pasa en el camino.

Posición de manejo

Lo primero que se debe hacer al prepararse para un viaje de varias horas es establecer un perímetro de seguridad alrededor del asiento del conductor. Esto significa que no debe tener ningún elemento con el que sus brazos o cabeza puedan entrar en contacto y que puedan alterar su capacidad de maniobra.

Una vez establecida la altura, posición e inclinación del asiento, la recomendación es regular los espejos retrovisores para que sean los ojos del conductor hacia atrás, tomando especial cuidado en que la carga en la parte posterior no tape el espejo central. Muchas veces -por ejemplo, ante una situación de lluvia- los espejos laterales se ensucian y no permiten divisar si vienen autos detrás o empezando una maniobra de superación.

Organización del equipaje

Antes de cerrar el baúl o portón trasero y que los integrantes de la familia tomen sus asientos, es fundamental verificar que todo el equipaje quede correctamente colocado en el lugar que debe ir. En los autos tipo rural o SUV, que tienen el compartimiento posterior incluido en el habitáculo, todos los objetos deben ir por debajo de la línea superior de los asientos traseros, colocando las cosas más pesadas abajo y las más livianas arriba. Esto se debe a que si hay una frenada de emergencia o incluso un impacto de atrás o contra un auto que va por delante, todos los objetos que estén por encima de la espalda de las plazas posteriores, saldrán volando hacia adelante.

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Alimentación y cinta tape

La alimentación es el factor que genera un estado de sueño, la conocida “fiaca”. Por ese motivo es recomendable que quien va a conducir no ingiera muchos alimentos mientras está al volante. Comer genera que el proceso digestivo utilice más sangre en intestinos y estómago, pero a la vez, eso implica una disminución de la irrigación del cerebro, por lo tanto, el primer síntoma es de cansancio. Por otro lado, no mantenerse correctamente hidratado también causa dolor de cabeza y sueño, por lo tanto para quién va conduciendo un auto en ruta es recomendable consumir líquido con cierta frecuencia. Por supuesto, nunca se debe tomar ninguna bebida alcohólica cuando se va a conducir.

Mirar más allá del capó

Este es un consejo que sirve para todo momento, pero que en la ruta es especialmente importante. La interacción de tantos vehículos al mismo tiempo, y la distracción de muchos al conducir, generan constantes situaciones de peligro potencial. Si se conduce mirando cien o doscientos metros hacia adelante y se verifican constantemente los espejos, cualquier maniobra, error de conducción o desperfecto mecánico que puedan surgir de los vehículos que están alrededor, podrá ser visto con tiempo como para evitar un incidente.

Hay muchos ejemplos, pero vale mencionar uno muy habitual, que puede generar un accidente de graves consecuencias o ser evitado si se percibe a tiempo. Cuando un auto que viene en dirección opuesta pisa su banquina, es decir se va hacia su derecha, inmediatamente hay que frenar y estar preparado para esquivarlo, porque es muy normal que al volantear para volver al camino, ese auto que tiene las ruedas doblando hacia la izquierda, se pase de carril una vez que está sobre el asfalto y se venga encima de quienes van de frente.

No hay que tener temor a la ruta, sino tomarla con respeto y cuidado. Conducir puede ser muy placentero y terapéutico. Y si el tránsito es muy pesado, hay que tener paciencia y no hacer maniobras que puedan poner en peligro a propios y terceros.

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