Formidables hombres de la publicidad, profesionales de la estatura de Luis Bassat, por ejemplo, sostienen que muchas agencias de publicidad se ven precisadas a saturar con sus pautas en medios porque en algunas de sus campañas no disponen de una comunicación creativa que garantice efectividad y se haga memorable el mensaje con poca exposición.
Sostienen que una publicidad impactante puede prescindir de alta frecuencia y garantizar buenos resultados en términos de respuesta.
Todos hemos sido víctimas alguna vez de mensajes publicitarios que con una sola vez que le hemos visto, sus imágenes, su música, su mensaje, se ha quedado grabado para siempre en nuestra mente.
Ese impacto memorable que hechiza debe ser la aspiración suprema de anunciantes y agencias, porque en esa medida el esfuerzo de la inversión en medios se reduce considerablemente sin sacrificar la efectividad de la comunicación.
Le hacemos un gran favor a la gente que nos paga para que administremos su presupuesto publicitario si con menos hacemos más sin sacrificar la eficiencia.
Una pieza de radio o de televisión con méritos creativos tiende a ser celebrada por la gente y su repetición es bienvenida. No ocurre así cuando el anuncio no tiene bondades creativas.
Nada que se repite hasta la saciedad es provechoso : produce hartazgo y esto se traduce en rechazo