Primer Tiro
Las doce reformas anunciadas por el Presidente Abinader acaban de iniciar su debido proceso de discusión y debate. Su secuencia, prioridad y orden de ejecución, así como sus impactos en la Competitividad y la Sostenibilidad Fiscal, deberían ser los tres grandes objetos de la discusión y el análisis que acaba de empezar. Si cada una de las reformas se debate y se analiza individualmente, o si se deben agrupar y priorizar en función de su urgencia e impacto, debe ser el primer punto a decidir. Un tratamiento una a una es sencillamente inviable, aunque todas son necesarias para alcanzar el imprescindible aumento de la competitividad de la economía dominicana. La probabilidad de una parada súbita en la demanda de deuda pública, o de un desbordamiento del costo de su refinanciamiento, son dos riesgos que indican que se deberían priorizar las reformas con impactos a corto plazo en la situación de las finanzas públicas: Fiscal y Sector Eléctrico.
Segundo Tiro
Un segundo grupo podría definirse en función de aquellas reformas que tienen incidencia simultanea y a mediano plazo en la competitividad y la sostenibilidad fiscal: Mejoras en el impacto del gasto del 4% del PIB en Educación, Reforma del Sector Salud y la Seguridad Social, Sector Transporte, Sector Agua, y la necesaria y también imprescindible Reforma Laboral. En el tercer grupo estarían las reformas con alto impacto en Modernización del Estado, la seguridad y la Institucionalidad: La Transformación Digital, la Reforma a la Policía Nacional y la Reforma para la mejora de la Transparencia y la Rendición de Cuentas. Agrupar a los actores en comisiones y subcomisiones, según los criterios anteriores, intereses y competencias, cuyas conclusiones y recomendaciones sean luego sometidas a plenarias, es factible y necesario. La Fiscal y la Eléctrica son las más difíciles de todas las reformas. Muchos tratarán de esquivarla, y otros, para quienes no existen las amenazas, las vulnerabilidades y la exposición de las finanzas publicas a los riesgos internos y externos, las rechazarán o pedirán su posposición.
Tercer Tiro
Si los criterios de priorización presentados más arriba son válidos, entonces los contenidos y la agenda a seguir para la aprobación de la Reforma Fiscal y del Sector Eléctrico son los puntos de partida, los cuales deberían ocupar, y preocupar, a los analistas de los ministerios de las respectivas áreas del Gobierno, quienes deben hacer propuestas al respecto. Aunque hay que reconocer que el Gobierno, a través del Ministerio de Hacienda, ha logrado posponer una parte del riesgo de refinanciamiento de la Deuda del Sector Publico No Financiero mediante la extensión de los plazos de vencimientos, el mismo es poco significativo cuando se toma en cuenta el total de los vencimientos, de toda la deuda pública, de los próximos tres años. Pero parece que se ha perdido de vista que el riesgo de refinanciamiento es simultaneo al riesgo de tasa de interés: A menor posibilidad de nuevos préstamos, mayor tasa de interés. Quienes creen que es posible posponer las Reformas necesarias para la Sostenibilidasd de las Finanzas Públicas, simplemente no toman en cuenta los componentes de la Ecuación Fundamental de Riesgo: Vulnerabilidad, Amenaza, Exposición. Lo urgente, lo importante, y lo imprescindible se encuentran, convergen en un solo punto tridimensional, para el que Covey no tiene un cuadrante.