Hace poco acudí a impartir una charla a los usuarios de la UA (Unidad de Atención al Drogodependiente) en el módulo 2 del Centro Penitenciario de Navalcarnero, en Madrid, España.
Al terminar la charla había una sorpresa, una canción de puño y letra de tres usuarios de no más de 30 años, una mezcla de circunstancias, vivencias y ejemplos de la vida real.
Lo plasmaron con sutileza pero al mismo tiempo con tal fuerza que no pude evitar aquel nudo en la garganta tan largo y amargo.
Les comparto la letra de la canción.
PABLO Y KARINA
Letra: E, P y S.
Base: 90’s Old School beat instrumental
Él se llamaba Pablo
la vida lo hizo un diablo.
En la casa no había cariño
y pateaba la calle a diario.
No conoció el amor
el afecto ni un te quiero.
Aprendió hacer atracos
y ser amigo del dinero.
Abrió la puerta oscura
y sin saber fue prisionero.
Hizo un trato con el malo
y ahora lo espera el cerbero.
Pero aprovecha su tiempo
con lo que siempre soñó,
con todo lo material
olvidando lo que dañó.
Pero lo piensa y se agobia
cada vez que fuma droga.
Al principio lo calmaba
ahora es como una soga.
Pero conoció a Karina
a la que le compró sus besos.
Poco a poco lo curaba
aunque fuera por los pesos.
Él se enamoró de ella
en su cuerpo se quedo preso.
Ahora busca más dinero
para conquistar su aprecio.
En el afán de la riqueza
Karina no se cuidó.
Le ofrecieron bastante
Y ella no se lo pensó
Solo vio sus sueños cerca
pero aquel hombre mintió,
le dijo que estaba sano
pero le contaminó.
Ahora no sabe qué hacer
porque ella no dijo nada,
siguió la vida normal
pero a Pablo lo mataba.
No sabía lo que tenía
Pues nunca se lo contó.
El enfermó de repente
y la muerte lo visitó.
No sabía lo que tenía
pues nunca se lo contó
El enfermó de repente
y la muerte se lo llevó.
Sabían que esta no era la vida,
pero la droga era su salida.
Cero sentimiento un instinto suicida
“tumbao” en el sofá queriendo ganar la partida (BIS)
Esta es la historia de aquella prostituta que,
acabaría con la vida de Pablo y con la suya.
Era una historia de amor, drogas dolor y traición.
Y como casi todas acaban en muerte.
Karina era una buena niña y educada,
no tenía muchas amigas, dicen que era rara.
Su padre estaba endeudado hasta el cuello
y cuando bebía con Karina lo pagaba.
La madre la defendía, llamaba a la policía
El padre cayó preso y le juró que se las pagaría.
No salió, como quería, da mil vueltas a esta vida.
Hasta que a la madre le tuvo que llegar el día.
Ahora es cuando Karina se encontraba sola.
Por lo malo que vivió, se enganchó a la droga.
Consumiendo esa mierda perdió el juicio
y vendió su cuerpo pa’ pagarse el vicio.
Conoció a Pablo que le trataba de otra manera
como si a ella la quisiera, pero para eso era tarde,
ella ya tenía el sida, pero Pablo no sabía.
Al final se lo pensó y tuvo que contarlo.
Fue por no usar la precaución aquella noche
las ganas y necesidad eran más fuertes.
Ella no supo lo que tuvo ese hombre
Que la contaminó aquello que era para siempre.
Cuando escuché la canción pensé que somos tan frágiles y vulnerables pero al mismo tiempo podemos aguantar lo inexplicable, pero lamentablemente somos una sociedad carente de empatía que juzga sin conocer qué existe detrás de cada historia.