El lamentable y repentino fallecimiento de Johnny Ventura ha dejado ver la magnitud artística de quien con justeza ha sido denominado padre del merengue. Medios de todo el mundo han reseñado la partida del también llamado Caballo Mayor, pero nacido como Juan de Dios Ventura Soriano.
En adición a su altísima y supranacional dimensión artística, en Johnny se destaca también su historia de superación. Y es que nacido en cuna pobrísima, supo alcanzar los más altos niveles de superación profesional, económica, social y política, superando los estigmas de la discriminación y demostrando que con calidad, perseverancia y disciplina, el éxito se consigue.
La grandeza musical de Ventura eclipsa su fructífero historial en la televisión donde fue empresario, productor y figura de programas emblemáticos como “El Show de Johnny Ventura”, “Domingo con Johnny”, “Cuanto Vale el Show” y “Trampolín a la Fama” entre otros. Gran parte de los talentos de hoy recibieron el apoyo del que también fue locutor, abogado, exlegislador, y hasta promotor de lucha libre.
Poca gente sabe que el Caballo Mayor fue uno de los socios del revolucionador proyecto televisivo Teleantillas a principios de la década del ochenta y que fue productor-conductor del programa Calientísimo del 9, roles que compartía con su condición de síndico de la capital, así como que durante un tiempo fue de los ejecutivos del Súper Canal.
Pero lo más grande del Caballo fue su disposición para el público para el que siempre tuvo una sonrisa, un saludo o la disponibilidad de una foto, aspecto en el que muchas estrellas se pierden con sus personalidades altaneras, odiosas y distantes.
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