Primer Tiro
La apreciación cambiaria registrada desde el 29 de enero hasta el 16 de marzo (de 1.5%) no es consistente con la hipótesis de un aumento de las expectativas devaluatorias e inflacionarias que se esperarían con el aumento del riesgo fiscal y el choque inflacionario externo, mucho menos con una aceleración de la inflación anualizada hasta el 6.3%. Tampoco se puede explicar por un aumento del rendimiento de los activos financieros denominados en moneda nacional, pues las tasas de interés no han variado durante el periodo citado. Tampoco es consistente con el fuerte incremento de la posición internacional larga en moneda extranjera de los intermediarios financieros, la cual aumento en US$ 163.3 millones durante el 29 de enero y el 12 marzo, y la que sí es coherente con un aumento de las expectativas devaluatorias. La citada apreciación podría ser consistente con expectativas de poca duración del choque inflacionario externo, de un fuerte y sostenible aumento de las remesas familiares, y de una recuperación del turismo más rápida e intensa que los demás sectores importadores netos de la economía.
Segundo Tiro
La apreciación cambiaria también podría ser consistente con un proceso de corrección de la posible subvaluación de la moneda nacional producida durante el año pasado, cuando la depreciación fue de 10.2%, reduciéndose la misma a 7.4% durante los primeros 16 días del cursante mes de marzo, en cuyo caso el mercado interpretaría que esta sería suficiente para absorber gran parte del choque externo negativo en vigencia. También es muy consistente con los principales resultados de la política monetaria aplicada, pues según los indicadores monetarios del Banco Central, entre el 29 de enero y el 12 de marzo se registró una reducción de las reservas internacionales de US$ 674.8 millones, un aumento de los valores en circulación de RD$ 27,455.7 millones, y una disminución de la oferta monetaria ampliada de RD$ 33,026.4 millones, y aun tomando en cuenta los vencimientos de títulos y los factores estacionales, estos cambios podrían tener relación positiva con la citada apreciación.
Tercer Tiro
Como las expectativas apreciativas de aumento de las remesas, de rápida recuperación del turismo y de desaparición del choque externo inflacionario (que estarían reveladas indirectamente) pueden tener menos influencia que las expectativas de depreciación reveladas (directamente) por el aumento de la posición internacional larga en moneda extranjera de los intermediarios financieros, y como las pérdidas de reservas no es compatible con una corrección cambiaria a través del libre mercado, se podría concluir que la misma tiene su principal explicación en los resultados de las operaciones de la política monetaria. Pero si el choque externo (negativo e inflacionario), será tan transitorio como se espera, y si el fuerte aumento en el coeficiente de la deuda publica consolidada no está generando expectativas negativas (las cuales se verían anuladas con el anuncio de la Gran Reforma Fiscal), entonces el proceso de flexibilización y expansión del crédito podría continuar, con lo cual la política monetaria tendría el doble mérito de recuperar el nivel de actividad económica y corregir la subvaluación cambiaria, aunque pagando también el doble costo de las pérdidas de reservas, y el del riesgo de posibles desviaciones en algunas de las tantas proyecciones positivas que están sobre la mesa.
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