Por: Cristian Mota/
En su discurso de celebración de la victoria electoral, el presidente Luis Abinader dejó claro que esta será su última gestión de gobierno. Con una firme declaración de principios, Abinader aseguró: «Esta victoria electoral en mi caso es la última, porque respetaré los límites de la Constitución; en los términos de la reelección no volveré a ser candidato, es mi palabra, es mi compromiso y será parte de mi legado a la República Dominicana».
Estas palabras no solo marcan el fin de su carrera electoral, sino que también abren el escenario para la línea sucesora dentro del Partido Revolucionario Moderno (PRM). Incluso, el mismo Luis Abinader ha dado luz sobre este tema: “El PRM tiene toda una cartera de líderes que se han preparado mucho más, que lo pueden hacer igual o mejor que yo en el gobierno. Aquí no hay hombre, ni mujer indispensable. El verdadero líder prepara a sus sucesores, para que hagan lo mejor en la administración pública”, expresó en una reciente entrevista a CDN.
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“Lo importante es que nosotros vamos a estar ahí, para siempre moderar las aspiraciones”, puntualizó.
Desde ya, los equipos de trabajo de los presidenciables en el PRM están activos, buscando posicionarse y lograr ser elegidos como precandidatos. Y suenan con fuerza nombres como David Collado, Carolina Mejía, José Ignacio Paliza, Raquel Peña, Wellington Arnaud, Samuel Pereyra Rojas, Eduardo Sanz Lovatón (Yayo) y Roberto Ángel Salcedo. Es posible ver nuevamente en marcha presidencial a Guido Gómez Mazara y Ramón Alburquerque.
El reciente triunfo del PRM, donde junto a sus aliados ganaron 29 senadurías, es un reflejo del apoyo popular que goza el partido. Y esa es una envidiable plataforma.
Abinader obtuvo el 57.46% de los votos, equivalentes a 2,487,988 sufragios. Su más cercano competidor, Leonel Fernández, de la Fuerza del Pueblo, alcanzó el 28.84%, con 1,248,944 votos. Abel Martínez, del Partido de la Liberación Dominicana (PLD), quedó relegado con solo el 10.39% de los votos, unos 449,977.
Dentro del PRM, algunos recuerdan las crisis internas del antiguo PRD tras las primarias, y temen que estas puedan resurgir al elegir el candidato presidencial para el 2028. Sin embargo, muchos confían en que el PRM ha madurado y que cualquier disputa interna será manejada con sensatez, especialmente con Abinader actuando como árbitro.
Las encuestas muestran a David Collado como el favorito, pero otros aspirantes también cuentan con fuertes estructuras dentro del partido, como la de la alcaldesa capitalina, Carolina Mejía, hija del expresidente de la República, Hipólito Mejía.
El escenario se ve favorable para el PRM, pero aunque el océano parezca tranquilo, es esencial considerar que las reformas que planteará el presidente Abinader podrían influir en el electorado. A pesar de la fortaleza del PRM, siempre existen variables que pueden cambiar la marea política.
La suerte está echada y todos tienen la vista puesta en mayo de 2028, cuando el panorama político comenzará a definirse con mayor claridad.
Con Abinader como garante de la estabilidad y el respeto a la Constitución, el futuro del PRM parece prometedor, siempre que sus líderes sepan mantener la unidad y el compromiso con el desarrollo del país. El PRM enfrenta un reto y una oportunidad: hacer un buen gobierno y demostrar su capacidad de manejar una transición ordenada y democrática, que consolide su posición como la fuerza política dominante en la República Dominicana.
