EL BULEVAR DE LA VIDA – Los 7 años del PRM

 Como ya se sabe, durante los primeros siete años de vida de un niño se dan los cam­bios más importantes para su posterior desarrollo y el resto de su existencia.

El PRM acaba de cumplir su séptimo aniversario y, como los niños, han sido estos 84 meses un tiempo fundamental y determinante para su presente y su fu­turo.

Como ocurre con “ciertos amores de paso”, el nacimiento del PRM fue el fru­to de “una caricia de emergencia”: La emergencia de abandonar a un PRD bajo control de un sector minoritario pero do­minante gracias al control de los organis­mos de dirección y su alianza con el en­tonces gubernamental PLD.

A Yayo Sanz Lovatón y al resto del equipo de abogados de la organización en construcción se les gastaron las suelas de los zapatos guerreando -jurídicamen­te- en un Tribunal Electoral con la enco­mienda de impedir la legalización de la institución. Pero lograron la hazaña, y así fue legalizado un PRM que al obtener el 35% de los votos emitidos en las eleccio­nes de 2016, demostró que era ya el ver­dadero PRD.

A la dirección envejecida de la joven or­ganización le faltaba entonces sangre nue­va (apoyada en la vieja), y fue así como un joven José Ignacio Paliza y una joven de cuarenta y diez, dama de armas tomar, (con el carisma del padre y la ternura de la santa madre), Carolina Mejía y Gómez, asumieron la Presidencia y Secretaría Ge­neral de la organización respectivamente; mientras la marcha de Leonel Fernández del PLD, la amenaza pública del Depar­tamento de Estado (EE.UU.) al gobierno, -con llamada telefónica incluida más el apoyo ya público de “su” sociedad civil lo­cal-, entre otros factores, decretaban el triunfo de Luis Abinader en 2020.

Es cierto que desde el inicio de la ges­tión de gobierno del PRM han ocurrido torpes novatadas, escándalos por supues­tos actos de corrupción (pero con la bue­na nueva de que por primera vez en dé­cadas existe en el país un ambiente de verdadera lucha contra la impunidad), pero en el centro de todo esto, para el partido azul queda pendiente una tarea tan urgente como fundamental: la supe­ración de su vocación fratricida heredada del PRD, y de la que, la Convención del pasado domingo puede ser el primer in­ning, el anuncio fatal de que, como tan­tas otras veces ocurrió al PRD… en breve podría estar comenzando “la segunda del noveno”.