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Manuel Pablo Maza Miquel, S.J.<\/b><\/p>\n \u00a0C<\/strong>uando en 1919 Benito Mussolini cre\u00f3 los Fasci Italia\u00adni di Combat\u00adtimento, us\u00f3 dos s\u00edmbolos: un haz de varas, evocando la unidad, rodeando un hacha, figura de la implacable justi\u00adcia del nuevo orden fascista. Haz de varas y el hacha en\u00adcarnaban la autoridad de los magistrados romanos repu\u00adblicanos.<\/p>\n Luego de la Primera Gue\u00adrra Mundial (1914 \u2013 1918), Italia era una sociedad pro\u00adfundamente dividida. Los sectores poderosos italianos y la clase media viv\u00edan bajo un creciente miedo por tres motivos principales. Prime\u00adro, era evidente que obre\u00adros y campesinos italianos avanzaban hacia una mejor organizaci\u00f3n. Segundo, ah\u00ed estaba el ejemplo de Rusia bolchevique, su revoluci\u00f3n del 1917, con su guerra civil y la terrible hambruna. \u00bfSe instaurar\u00eda un r\u00e9gimen bol\u00adchevique en Italia? Y final\u00admente, en las ciudades y el campo ocurr\u00edan frecuentes des\u00f3rdenes.<\/p>\n El acucioso historiador que fuera R.A.C. Parker, pro\u00adfesor del Queen\u2019s College, en Oxford, estudi\u00f3 aquellos cre\u00adcientes conflictos sociales de Italia.<\/p>\n R.A.C. Parker cont\u00f3 781 huelgas locales en1914. En 1919, subieron a 1,800 y en el 1920, 2,000 paros locales afectaron a dos millones de obreros.<\/p>\n Fue en este ambiente de miedos, a inicios de la d\u00e9ca\u00adda del 1920, que el socialista renegado Benito Mussolini se present\u00f3 como el l\u00edder un\u00adgido capaz de salvar a Italia.<\/p>\n En aquella Italia donde to\u00addo se discut\u00eda, \u201cIl Duce\u201d pro\u00adpon\u00eda: \u201ccredere, obedire, combattere\u201d.<\/p>\n No eran \u00e9pocas para ra\u00adzonar, Mussolini apelaba al irracionalismo y llamaba a desconfiar de intelectua\u00adles y artistas. No eran tiem\u00adpos, dec\u00eda, para andar argu\u00admentando, se trataba elegir maniqueamente entre bue\u00adnos y malos. Seg\u00fan Mussoli\u00adni, la violencia era \u201cmoral\u00edsi\u00adma, sacrosanta y necesaria\u201d, con ella aspiraba a construir la unidad suprimiendo a sus opositores. El Estado contro\u00adlar\u00eda los sindicatos, se acaba\u00adr\u00edan las huelgas. La juventud italiana ser\u00eda educada para la guerra.<\/p>\n Llegar\u00eda a afirmar: \u201cLa concepci\u00f3n fascista de la vi\u00adda resalta la importancia del Estado y acepta al indi\u00adviduo solo en la medida en que sus intereses coinciden con los del Estado [\u2026] el fas\u00adcismo reafirma los derechos del Estado como expresi\u00f3n de la esencia real del indivi\u00adduo [\u2026] el fascismo a gran\u00addes rasgos, no cree en la po\u00adsibilidad ni la utilidad de la paz perpetua. Solo la guerra potencia al m\u00e1ximo todas las energ\u00edas humanas e impri\u00adme un sello de nobleza en los pueblos que tienen el valor de afrontarla\u201d (R.A.C. Parker, Historia Universal Siglo XXI, Vol 34, 1974: 179).<\/p>\n<\/p><\/div>\n\n