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\u00a0Cientos de haitianos luchan por encontrar trabajo, comida y techo tras ser deportados desde Estados Unidos a un pa\u00eds que ahora es m\u00e1s violento, pobre e inestable que aquel que dejaron hace casi una d\u00e9cada.<\/p>\n
La \u00fanica certeza en sus nuevas vidas es un plato caliente de arroz con carne que les sirven en el aeropuerto antes de que los deportados, algunos de ellos con hijos peque\u00f1os, se aventuren a las calles de la capital Puerto Pr\u00edncipe y m\u00e1s all\u00e1 en busca de un albergue o a la espera de ayuda de sus familiares.<\/p>\n
Algunos de ellos no tienen ninguna de esas opciones.<\/p>\n
Claile Bazile, de 35 a\u00f1os, dice que no sabe d\u00f3nde se quedar\u00e1 con su hijo de 2 a\u00f1os una vez que deban salir de la habitaci\u00f3n de hotel que las autoridades asignaron temporalmente a algunos de los deportados. El terremoto de magnitud 7,2 que azot\u00f3 el sur del pa\u00eds el mes pasado, cobrando la vida de m\u00e1s de 2.200 personas, tambi\u00e9n destruy\u00f3 la casa de su familia.<\/p>\n
\u201cEst\u00e1n en la calle\u201d, dijo de su madre, sus cinco hermanas y un hermano.<\/p>\n
Al igual que miles de haitianos, Bazile dijo que se fue de Hait\u00ed despu\u00e9s del devastador terremoto de 2010 debido a que no pod\u00eda encontrar trabajo y no quer\u00eda ser una carga para su familia. Muchos de ellos viajaron a Chile, donde los trabajos que encontraron se acabaron con la llegada de la pandemia, ante lo cual decidieron trasladarse a M\u00e9xico con la esperanza de establecerse en Estados Unidos.<\/p>\n
Uno de ellos fue Joseph Derilus, de 33 a\u00f1os, quien trabajaba limpiando la playa en un hotel cerca de Puerto Pr\u00edncipe hasta que las preocupaciones sobre su situaci\u00f3n financiera y el aumento de la violencia en Hait\u00ed lo llevaron a encontrar un trabajo como alba\u00f1il en Chile, donde vivi\u00f3 cuatro a\u00f1os antes de emprender el trayecto hacia la frontera entre Estados Unidos y M\u00e9xico. Ahora est\u00e1 de regreso en Hait\u00ed junto con su esposa y un hijo de casi 2 a\u00f1os.<\/p>\n
\u201cNo tengo dinero. Todo es muy complicado\u201d, coment\u00f3. \u201cNo hay seguridad en Hait\u00ed. No hay nada\u201d.<\/p>\n
Desde hace tiempo Hait\u00ed ha lidiado con la inestabilidad pol\u00edtica, pero sus problemas han empeorado en los \u00faltimos a\u00f1os. Las pandillas controlan casi la tercera parte de Puerto Pr\u00edncipe, donde algunas rotondas de tr\u00e1nsito est\u00e1n llenas de neum\u00e1ticos quemados y otros materiales utilizados como barricadas. El polvo que levantan a su paso los coloridos camiones urbanos, conocidos como tap-taps, se confunde con las columnas de humo negro que se elevan desde las comunidades cercanas, donde algunas bodegas y cuarteles de polic\u00eda han sido saqueados.<\/p>\n
Rara vez se recoge la basura, por lo que los vendedores ambulantes usualmente la queman a cualquier hora del d\u00eda. Decenas de ni\u00f1os caminan descalzos, algunos desnudos, pidiendo comida y agua en las entradas de ciertos vecindarios que fueron arrasados recientemente por las pandillas. Por lo general, las mujeres se ven obligadas a recorrer grandes distancias con pesados baldes sobre la cabeza debido a la profunda escasez de agua potable en buena parte del pa\u00eds.<\/p>\n
Incluso en las partes exclusivas de la capital, incluyendo Petionville, una hora de lluvia es suficiente para llenar las calles de basura y piedras, obligando a las personas a permanecer en casa mientras los r\u00edos de agua sucia fluyen por el pavimento deteriorado.<\/p>\n
El primer ministro Ariel Henry, quien tom\u00f3 posesi\u00f3n del cargo apenas semanas despu\u00e9s de que el presidente Jovenel Mo\u00efse fuera asesinado el 7 de julio dentro de su residencia, se ha comprometido a ayudar a los deportados. Sin embargo, otros funcionarios del gobierno advierten que Hait\u00ed no est\u00e1 preparado para recibirlos.<\/p>\n
El pa\u00eds de m\u00e1s de 11 millones de habitantes hace frente a un repunte en la violencia relacionada con las pandillas, una inflaci\u00f3n desbordada, cada vez menos oportunidades laborales y una profunda inestabilidad pol\u00edtica. Aproximadamente el 60% de la poblaci\u00f3n gana menos de 2 d\u00f3lares al d\u00eda, y a las autoridades les preocupa que los reci\u00e9n deportados no logren cubrir sus necesidades, compitiendo con otros haitianos para sobrevivir.<\/p>\n
\u201cNuestras familias buscan vida porque su hogar no les ofrece vida\u201d, dijo el economista haitiano Etzer Emile. \u201cComo ciudadanos tenemos el deber de trabajar juntos para construir un hogar\u201d.<\/p>\n
M\u00e1s de 320 migrantes fueron deportados a Hait\u00ed el domingo, y otros 145 llegaron el lunes por la tarde, seg\u00fan la Oficina Nacional de Migraci\u00f3n de Hait\u00ed. Se anticipa que esta semana lleguen m\u00e1s vuelos con cientos de migrantes a bordo.<\/p>\n
El primer ministro se\u00f1al\u00f3 en un comunicado difundido el domingo por la noche que hace todo lo posible para garantizar la estabilidad pol\u00edtica y fortalecer la econom\u00eda nacional con el fin de ayudar a mejorar las condiciones de vida de todos los haitianos, incluyendo aquellos que est\u00e1n siendo deportados desde Estados Unidos.<\/p>\n
\u201cA pesar de las dificultades econ\u00f3micas, hemos decidido brindar apoyo a nuestros hermanos y hermanas que ser\u00e1n repatriados para que puedan reiniciar sus actividades\u201d, indic\u00f3 sin entrar en detalles.<\/p>\n
Henry dijo que gir\u00f3 instrucciones a las autoridades locales y a funcionarios en embajadas y consulados para que se investiguen las deportaciones y eval\u00faen la situaci\u00f3n \u201ccon el fin de proponer una soluci\u00f3n r\u00e1pida a esta pesadilla al tiempo que se apoya a los afectados\u201d.<\/p>\n
\u201cAl denunciar esta situaci\u00f3n inhumana y brindar apoyo moral a nuestros compatriotas, aspiramos a cooperar con las organizaciones defensoras de los derechos humanos que trabajan en el caso de estos migrantes\u201d, indic\u00f3.<\/p>\n
Algunos migrantes se\u00f1alaron que planean salir de Hait\u00ed en cuanto les sea posible para buscar empleo en otro lado, pero les preocupa c\u00f3mo ganar\u00e1n el dinero para financiar ese plan. Otros aseguran que se tomar\u00e1n un tiempo para establecerse en Hait\u00ed y ver si pueden encontrar trabajo antes de tomar cualquier decisi\u00f3n.<\/p>\n
Rollphson Saintelous, de 27 a\u00f1os, dijo que el desempleo cr\u00f3nico lo llev\u00f3 a salir del pa\u00eds en mayo de 2016 tras finalizar su primer a\u00f1o en la universidad, donde planeaba estudiar administraci\u00f3n de empresas.<\/p>\n
\u201cEn realidad el pa\u00eds no me ofrec\u00eda nada\u201d, coment\u00f3.<\/p>\n
Se fue a Chile y encontr\u00f3 trabajo como recogepelotas en las canchas de tenis de una universidad privada. Pero era un empleo que le obligaba a trabajar por la noche, sin opciones de transporte para volver a casa, as\u00ed que encontr\u00f3 un trabajo de alba\u00f1il y continu\u00f3 en ese rubro, convirti\u00e9ndose en carpintero y electricista. Pero esos trabajos tambi\u00e9n se redujeron con la llegada de la pandemia, y parti\u00f3 hacia M\u00e9xico s\u00f3lo para encontrarse de regreso nuevamente en Hait\u00ed y pregunt\u00e1ndose c\u00f3mo mantendr\u00e1 a su esposa y a su hija de 2 a\u00f1os.<\/p>\n
\u201cNo s\u00e9 como encontrar trabajo, pero s\u00e9 que puedo hacer cualquier cosa\u201d, declar\u00f3. \u201cEstoy dispuesto a hacer lo que sea\u201d.<\/p>\n
Tendr\u00e1 que competir con decenas de miles de haitianos m\u00e1s que tambi\u00e9n buscan trabajo, incluyendo los deportados de esta semana, muchos de los cuales est\u00e1n desconcertados mientras intentan iniciar desde cero en un pa\u00eds que apenas reconocen.<\/p>\n
Emmanuel Guelomme, de 27 a\u00f1os, dijo que no sabe d\u00f3nde vivir\u00e1 con su esposa y su hijastro de 6 a\u00f1os en las pr\u00f3ximas semanas. Su familia vive en Leogane, una ciudad costera del sur del pa\u00eds, y no est\u00e1 seguro de c\u00f3mo llegar\u00e1 hasta all\u00e1 o si hay lugar para ellos, dado que sus padres, su hermana, un sobrino y varios primos comparten viviendas. Tambi\u00e9n se pregunta si podr\u00e1 celebrar el cumplea\u00f1os de su hijastro la pr\u00f3xima semana.<\/p>\n
\u201cAcabamos de llegar y no estamos pensando con claridad\u201d, admiti\u00f3 Guelomme, quien estudiaba ingenier\u00eda civil pero se fue de Hait\u00ed en 2016 porque necesitaba un trabajo para ayudar a mantenerse a s\u00ed mismo y a su familia.<\/p>\n
\u201cPens\u00e9 que pod\u00eda volver a Hait\u00ed como turista y visitar a mi familia, pasar un buen rato y regresar a Estados Unidos\u201d, coment\u00f3. \u201cPor desgracia, eso no es lo que ocurri\u00f3\u201d.<\/p>\n<\/p><\/div>\n