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\u00a0En una \u00e9poca en la que a\u00fan no se discut\u00edan los derechos de la mujer, ni la equidad de g\u00e9nero, ni tam\u00adpoco exist\u00edan grupos a favor del feminismo y la inclusi\u00f3n plena de la mujer en la So\u00adciedad, vivi\u00f3 una mujer de cualidades excepcionales que se uni\u00f3 a la gesta pa\u00adtri\u00f3tica inspirada por su her\u00admano, el padre de la Patria, Juan Pablo Duarte, de qui\u00e9n elabor\u00f3 el relato m\u00e1s com\u00adpleto sobre su vida y trayec\u00adtoria pol\u00edtica.<\/p>\n
Sin el diario de Rosa Duarte, la historia del pr\u00f3\u00adcer se habr\u00eda escrito con muchos asteriscos para in\u00addicar que los datos eran cuestionables, puesto que sus detractores promovie\u00adron una historia sesgada y motivada por la inquina, que buscaba hacer mella en la autoridad moral de Juan Pablo Duarte como Padre de la naci\u00f3n. Al conmemo\u00adrarse el bicentenario del na\u00adcimiento de Rosa Duarte, el presidente Luis Abinader ha hecho justicia al disponer la construcci\u00f3n de un cenota\u00adfio a esta insigne luchadora independentista, en el mo\u00adnumento que hace honor a los luchadores por nuestra soberan\u00eda y libertad, el Pan\u00adte\u00f3n de la Patria.<\/p>\n
Desterrada a Venezuela junto a su familia, le toc\u00f3 sufrir junto a sus seres que\u00adridos bajo el l\u00e1tigo de la in\u00addiferencia y la tortura de la destrucci\u00f3n f\u00edsica y moral.<\/p>\n
Acompa\u00f1\u00f3 a su hermano a enfrentar la confrontaci\u00f3n \u201centre la pureza de su doc\u00adtrina y la hosca realidad\u201d, como ha dicho Emilio Ro\u00addr\u00edguez Demorizi.<\/p>\n
Demostr\u00f3 muchas veces \u201cel ardiente amor por el sue\u00adlo donde naci\u00f3, por cuya li\u00adbertad derram\u00f3 amargas l\u00e1grimas, sufri\u00f3 persecucio\u00adnes, perdi\u00f3 sus bienes, pa\u00addeci\u00f3 destierro perpetuo en uni\u00f3n de su madre, de sus hermanos, hermanas y so\u00adbrinos y vio desvanecerse las ilusiones de su juventud al quedar sin novio, fusilado junto a las tapias del cemen\u00adterio de El Seibo\u201d, en la va\u00adloraci\u00f3n que hizo Vetilio Al\u00adfau Dur\u00e1n.<\/p>\n
El compromiso irrestricto con sus valores y principios conden\u00f3 a la familia Duarte y Diez a la enfermedad, a la precariedad econ\u00f3mica y al fusilamiento moral.<\/p>\n
No fue hasta 1883, sien\u00addo Ulises Heureaux Presi\u00addente y ya fallecido el Pa\u00adtricio, que el Congreso Nacional mediante Decreto n\u00famero 2153, comprendi\u00f3 su \u201cdeber de gratitud nacio\u00adnal\u201d y autoriz\u00f3 el traslado y retorno de los hermanos de Duarte al pa\u00eds y la asigna\u00adci\u00f3n de una pensi\u00f3n vitali\u00adcia por cuenta del Estado dominicano.<\/p>\n
\u00a1Qu\u00e9 bueno que hemos comprendido que ese gesto no resultaba suficiente para honrar a qui\u00e9nes dieron su vida, su salud y su posici\u00f3n econ\u00f3mica para liberar a la Patria!<\/p>\n
Exaltar a Rosa Duarte al Pante\u00f3n de la Patria es par\u00adte de nuestro compromiso con una guerrera que ejem\u00adplifica el valor de la mujer dominicana; su compromi\u00adso familiar es parte del alma misma de todas las que he\u00admos nacido abrigadas por la ense\u00f1a tricolor, gracias a ella y a su familia.<\/p>\n
La entrada de Rosa Duarte al Pante\u00f3n es par\u00adte del pago de la deuda que a\u00fan conservamos con ella y con su familia, con la hija ejemplar, la herma\u00adna abnegada, con la mujer capaz de sacrificar su vida por los dem\u00e1s, con la mu\u00adjer independentista. Es un s\u00edmbolo para la lucha de las mujeres a favor de la equidad y un ejemplo que no perecer\u00e1 nunca, para que muchas m\u00e1s se inspi\u00adren a luchar por sus dere\u00adchos y sus creencias.<\/p>\n<\/p><\/div>\n