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Juan F. Puello Herrera<\/b><\/p>\n \u00bfQu\u00e9 es lo que caracteriza a la vida cristiana? Sin duda que es la conversi\u00f3n, un proceso lento que conlleva renunciar al eterno yo adapt\u00e1ndolo a nuestros pensamientos y sentimientos en orden divino, proyect\u00e1ndolos en la comunidad que nos corresponde estar.<\/p>\n De modo, que para que se inicie una conversi\u00f3n, por cierto, que dura toda la vida, debe empezarse por una metanoia que cambie de una vez y por todas el ser interior y exterior que reposa en nosotros.<\/p>\n En este proceso de cambio encontramos una simbiosis en la vida espiritual que resulta de la correlaci\u00f3n entre dos formas de actuar pero que siendo una su unidad es Cristo, que se produce cuando la persona se identifica plenamente con la misi\u00f3n que le corresponde desempe\u00f1ar como miembro activo de la Iglesia.<\/p>\n De esta manera, para que esa conversi\u00f3n penetre en nosotros hay que pensar en un tiempo renovado por medio de un culto espiritual que solo es posible en comuni\u00f3n con Cristo, as\u00ed, siendo uno con Dios seremos espejo del amor divino.<\/p>\n Sobre este dinamismo presente siempre en nuestra vida, el ap\u00f3stol Pablo (Romanos 12,1) nos dice que debe inspirarnos ofreci\u00e9ndonos como una v\u00edctima viva, santa y agradable a Dios.<\/p>\n<\/p><\/div>\n