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Mons. Ram\u00f3n Benito de la Rosa y Carpio<\/b><\/p>\n \u00a0El Papa Francisco, como lo ha he\u00adcho otras tantas veces, nos ha regalado esta frase: \u201cTodos ex\u00adperimentamos en un momen\u00adto u otro de nuestra existencia un tiempo de melancol\u00eda, un tiempo de so\u00adledad\u201d. Estas palabras hay que pensarlas. \u00a1Cu\u00e1ntas veces pasamos por \u201csoledad y me\u00adlancol\u00eda\u201d! Uno tiene que pensar en esto. En este mes de marzo solemos recordar al obis\u00adpo de El Salvador, monse\u00f1or San Arnulfo Ro\u00admero. Cuando \u00e9l ten\u00eda esas persecuciones por su defensa de la justicia o de los valores, ven\u00eda la soledad y la melancol\u00eda y \u00e9l sab\u00eda superar\u00adlas. Lo dejaban solo y \u00e9l acud\u00eda a Dios. Dios era su refugio y \u00e9l es un vencedor y un triun\u00adfador. Pongamos a monse\u00f1or Romero no so\u00adlamente el m\u00e1rtir, el triunfador de la justicia. Destaquemos esos momentos dif\u00edciles que le toc\u00f3 vivir, qu\u00e9 es asimismo un triunfador de la soledad y de la melancol\u00eda.<\/p>\n Hasta ma\u00f1ana, si Dios, usted y yo lo queremos.<\/strong><\/em><\/p>\n<\/p><\/div>\n