{"id":12418,"date":"2021-03-21T10:04:51","date_gmt":"2021-03-21T14:04:51","guid":{"rendered":"https:\/\/prensaxtremard.com\/nacional\/piedra-de-toque-mariposas-dictadores-y-escritores\/"},"modified":"2021-03-21T10:04:51","modified_gmt":"2021-03-21T14:04:51","slug":"piedra-de-toque-mariposas-dictadores-y-escritores","status":"publish","type":"post","link":"https:\/\/prensaxtremard.com\/nacional\/piedra-de-toque-mariposas-dictadores-y-escritores\/","title":{"rendered":"Piedra de Toque – Mariposas, dictadores y escritores"},"content":{"rendered":"


\n
<\/p>\n

\n

Fue una suerte para Am\u00e9rica Latina que, en su infancia, Michi Strausfeld viera esos documentales de Hans Domnick que mostraban las suntuosas ruinas de los aztecas y los mayas en M\u00e9xico y Guatemala, y las enigm\u00e1ticas piedras del santuario militar de Machu Picchu, en el Per\u00fa. Porque de ello result\u00f3 una cr\u00edtica y editora latinoamericanista que ha hecho por la difusi\u00f3n de la literatura de Am\u00e9rica Latina en Alemania m\u00e1s que todas las universidades juntas de su pa\u00eds.<\/p>\n

No exagero nada. Ella estudi\u00f3 Filolog\u00eda inglesa y rom\u00e1nica y se doctor\u00f3 con una tesis sobre la obra de Garc\u00eda M\u00e1rquez. Viaj\u00f3 por todos los rincones del Nuevo Mundo, las grandes ciudades y los peque\u00f1os villorrios perdidos, se hizo amiga de escritores y editores, aprendi\u00f3 las lenguas que all\u00ed se hablan (adem\u00e1s de los infinitos dialectos), el espa\u00f1ol, el portugu\u00e9s, el franc\u00e9s y el ingl\u00e9s, y, como editora, primero en la editorial Suhrkamp y luego en la S. Fisher, public\u00f3 traducciones de muchos autores latinoamericanos, adem\u00e1s de organizar simposios, mesas redondas y hacer invitar a Alemania a infinidad de autores. Lo dicho: m\u00e1s que todas las universidades de Alemania juntas.<\/p>\n

Y, como si todo esto fuera poco, acaba de editar en espa\u00f1ol un espl\u00e9ndido libro de m\u00e1s de medio millar de p\u00e1ginas que se titula Mariposas amarillas y los se\u00f1ores dictadores (Debate), que termino de leer. Ante todo, hay dos cosas por las que felicitar a Michi Strausfeld. La primera es que se refiere a la literatura de ese vasto continente como un todo integral, muy variado pero org\u00e1nico (\u00bfqu\u00e9 diferencias esenciales hay entre las literaturas del Ecuador, Per\u00fa y Bolivia, o entre la argentina y la uruguaya?) y, la segunda, que juzga y se refiere a la poes\u00eda, el cuento, el ensayo y la novela como algo esencialmente ligado a la historia; as\u00ed lo estuvo en Europa en el pasado, y, sobre todo, en el siglo XIX. Eso le permite, en su frondosa investigaci\u00f3n, referirse no s\u00f3lo a los libros literarios m\u00e1s originales y creativos, sino, tambi\u00e9n, a fabulaciones de menor importancia por lo que aportan como testimonios e investigaciones particulares de la violencia que recorre ese continente derivada de las dictaduras, de la lucha contra ellas, de la discriminaci\u00f3n de la mujer, y, en los \u00faltimos a\u00f1os, como consecuencia del tr\u00e1fico de drogas. El libro est\u00e1 muy bien escrito y, pese a su envergadura, se lee con amenidad y simpat\u00eda, porque las sesudas nomenclaturas y rigurosos an\u00e1lisis est\u00e1n aligerados con an\u00e9cdotas, chismes, confidencias y alarmantes paseos por regiones inh\u00f3spitas, dominio de las guerrillas y sede de asesinatos sin cuento.<\/p>\n

Como a muchos intelectuales europeos, a mi amiga Michi Strausfeld le encantan las revoluciones y le gustar\u00eda que los escritores estuvieran siempre del lado de esos rebeldes que luchan por las buenas causas \u2013no siempre es as\u00ed y algunos intelectuales latinoamericanos estamos muy lejos de las pistolas y las bombas y aspiramos a que Am\u00e9rica Latina sea un continente pac\u00edfico y democr\u00e1tico, sin pistoleros ni explosivos, como ocurre ahora en Alemania, por ejemplo-, pero hay que decir en su favor que no discrimina a nadie seg\u00fan criterios pol\u00edticos, y que da tanta cabida a Mario Benedetti y Eduardo Galeano como a Octavio Paz y Sergio Ram\u00edrez en las p\u00e1ginas de su fascinante libro. La \u00fanica omisi\u00f3n mayor que he encontrado en estos cap\u00edtulos donde hay m\u00e1s de un centenar de libros y autores estudiados \u2013en an\u00e1lisis generalmente penetrantes y acertados- es la del chileno Jorge Edwards, novelista, cuentista y ensayista de alto nivel, que hubiera merecido figurar en este original panorama de las letras latinoamericanas.<\/p>\n

El libro comienza con el descubrimiento, es decir, en octubre de 1492, cuando Col\u00f3n escribe al papa Alejandro VI que tiene la impresi\u00f3n de \u201cque estos parajes son los del Para\u00edso terrenal\u201d. Los principales cronistas, Bernal D\u00edaz del Castillo para M\u00e9xico y el Inca Garcilaso de la Vega, del Per\u00fa, est\u00e1n bien estudiados, con p\u00e1ginas que conservan intacto el maravillamiento de los espa\u00f1oles con los palacios, plazas y caminos, al mismo tiempo que descubren tribus primitivas, civilizaciones refinadas de exquisitas arquitecturas y ciudades lacustres. El libro da un salto sobre los a\u00f1os coloniales \u2013sin dejar de citar, por supuesto, a sor Juana In\u00e9s de la Cruz, lejana disc\u00edpula de G\u00f3ngora-, en que las novelas estuvieron prohibidas en Am\u00e9rica, por una misteriosa raz\u00f3n que, hasta ahora, nadie ha sabido explicar. La prohibici\u00f3n no funcion\u00f3 en lo que se refiere a la importaci\u00f3n de libros, porque el contrabando era muy intenso \u2013se dice que los primeros ejemplares del Quijote llegaron al Callao ocultos en una barraca de vinos-, pero s\u00ed a la de publicar, pues la primera novela que se imprime en Am\u00e9rica es El periquillo sarniento, en M\u00e9xico, s\u00f3lo en 1816.<\/p>\n

El libro se intensifica en los siglos XIX, XX y el XXI, a medida que las colonias se independizan y comienza el per\u00edodo de las dictaduras militares, en que Am\u00e9rica Latina. Michi Strausfeld insiste mucho, y de manera convincente, en que esta literatura llena los vac\u00edos que deja la historia, y exalta y diversifica hasta el extremo lo que los grandes hechos hist\u00f3ricos no est\u00e1n en condiciones de detallar: el sufrimiento inicuo de las v\u00edctimas, la crueldad en que se traducen para los pobres las enormes divisiones sociales, la manera como Estados Unidos ampara a las compa\u00f1\u00edas norteamericanas sobornando o atropellando a los gobiernos que inician procesos de reforma agraria y estableciendo los primeros s\u00edntomas \u2013en la educaci\u00f3n p\u00fablica- de la igualdad de oportunidades.<\/p>\n

Estas son las p\u00e1ginas m\u00e1s interesantes de su libro: la manera como la literatura se infecta de la problem\u00e1tica social y la va reflejando, a veces aumentada, a veces disminuida, pero siempre a caballo de una realidad viva, aunque imagine un pueblo de muertos, como Juan Rulfo, o el espect\u00e1culo de un pa\u00eds devastado por un dictador loco, erudito y sanguinario, como el doctor Francia, en las novelas de Augusto Roa Bastos. Ella advierte, con much\u00edsima raz\u00f3n, que en la literatura es donde comienza a documentarse la condici\u00f3n de la mujer, y las luchas, ahora extendidas por todo el continente, por su emancipaci\u00f3n, un proceso lento y terrible ya en marcha y con logros ciertamente alcanzados.<\/p>\n

El problema de la droga ocupa buen n\u00famero de p\u00e1ginas y con mucha raz\u00f3n: los c\u00e1rteles han acumulado riquezas que ciegan y generado una violencia infernal, sobre todo en Colombia y en M\u00e9xico; en aquel pa\u00eds subvencionaron medio siglo de guerrillas y sus masacres espantosas, y en \u00e9ste la violencia ha alcanzado unas cuotas de horror sobre el que nos ilustran las \u201ccr\u00f3nicas\u201d del periodismo, g\u00e9nero al que Michi dedica, muy justamente, buen n\u00famero de p\u00e1ginas.<\/p>\n<\/p><\/div>\n