La guerra interna del PLD

La guerra interna del PLD
POR RAFAEL SANTOS

Hace varios días, me llegó via wassattp, una carta que le enviara mi gran amigo, el ex vicepresidente, el doctor Jaime David Fernández Mirabal, en su calidad de miembro del exclusivo Comité Político del PLD, a los señores, doctor Leonel Fernandez y al lic. Danilo Medina.
Ambos libran en estos momentos, una titanica lucha, no solo por el poder político sustentado en la primera Magistratura de la Nacion, sino más bien para demostrarle al mundo quien es mas fuerte o quien tienes mas agallas, esa es la lectura que le doy hasta el momento.
Sin embargo, y como observador y estudioso de los fenómenos políticos del pais, me atrevo a conjeturar que esa cruenta lucha que ya raya en lo personal, está poniendo en juego la permanencia en el poder del PLD mas allá del 16 de agosto del 2020.
Para nadie es un secreto que esa rivalidad entre los dos ex grandes aliados mantiene nerviosos a sus principales dirigentes y líderes, los cuales saben con sobradas razones que de irse el PLD del poder, es casi seguro que una división podría estar a la vuelta de la esquina.
A lo mejor algunos desorejados malinterpreten este escrito, el cual, aclaro, mas que un ejercicio periodistico este más bien es una reflexiva inquietud que me surge al ver la vulgar manera de como se estan manejando ciertos temas en un partido que era digno de admirar y que hoy pasa por una crisis que necesariamente uno de los dos grandes titanes tendrá que ceder antes que la sangre llegue al rio.
Ya en el PLD esos delicados temas no se discuten con la diplomacia de antes, encerrados todos en su Casa Nacional, diciéndose de todo, pero entre ellos, y despues, la foto para la prensa con una sonrisa y un abrazo en donde se «bajaba la señal» de que todo estaba bien, eso se llamaba disciplina partidaria.
Contrario ahora, en donde se ha ido perdiendo la filosofia boschista y sus dirigentes se dicen de todo hasta sin guardar la compostura, cosa que quierase o no, le estan enviando un mal mensaje a la población política que admirabamos ciertos métodos de un partido que era considerado una logia.
Su dirigencia deben cuanto antes unir criterios y buscar la manera para que en esa organizacion pueda haber lo más temprano que tarde un » bajadero» que obligue a estos dos polos rivales a reencontrarse solos y si es preciso hasta que se rasguen sus vestiduras pero que puedan llegar a un entendimiento.
Reconocemos la vocacion de poder del PLD, pero seria iluso de nuestra parte si tambien no reconocieramos que en este pais también hay otras instituciones políticas que tienen reales aspiraciones de ocupar la mansión de la doctor Delgado.
Si el PLD no arregla sus diferencias para llegar a un entendimiento que le permita la real unidad de cara al 2020, pues lamentablemente y aunque algunos no lo quieran admitir, el 16 de agosto del 2020, e pa’ fuera que van