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En Florida, un grupo de madres conservadoras lideran «la revolución de los padres»

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«Sé que estoy del lado correcto de la historia», dice Jacqueline Rosario con una sonrisa. Esta madre, orgullosamente conservadora, lucha contra la educación «loca» que reciben los jóvenes estadounidenses bajo la administración del presidente Joe Biden.

En una cómoda sala de Vero Beach, un lindo balneario de Florida, la candidata a la reelección de una junta escolar en noviembre recibe una calurosa bienvenida para hablar sobre este tema que la preocupa.

Rosario cuenta con el apoyo del controvertido grupo «Madres por la libertad», que afirma defender los «derechos de los padres», pero sus detractores la acusan de oponerse a los derechos LGBT.

Durante mucho tiempo, estos consejos -cuyos miembros son elegidos- fueron instituciones apolíticas y tranquilas, pero ahora se han convertido en verdaderos polvorines con la politización de temas como género, sexualidad o la enseñanza del racismo.

Al mismo tiempo, la educación se encuentra en el centro del debate de las elecciones de medio mandato, que se realizarán el 8 de noviembre.

«Pornográficos»

Rosario, de unos 50 años y pelo rizado, convirtió el tema de los libros «inapropiados», una de las obsesiones de «Madres por la Libertad», en una batalla personal.

Mientras explica los motivos de su enojo, pregunta, «¿puedo leerte algunos extractos?». Y advierte que se siente «incómoda» ante la idea de hacerlo, ya que son «indecentes». 

Recita una escena de sexo de la famosa novela «El cuento de la criada», de Margaret Atwood, que se ha convertido en una serie exitosa. «Es repugnante», concluye esta cristiana devota, con voz repentinamente severa. 

Recupera el aliento y continúa con el extracto de otro libro, «Push», de Sapphire, que relata con crueldad la violación de una niña por parte de su padre.

«No tiene ningún valor literario, científico o político para los niños», dice Rosario, a quien le gustaría ver reemplazados estos libros «pornográficos» por trabajos sobre «formación profesional», desliza a la AFP. 

¿Y cuáles serían los riesgos de exponerse a estas lecturas para un joven estudiante? Es como «abrir la caja de Pandora a los niños que se supone deben preservar su inocencia», juzga la republicana.

Sin embargo, quiere ser clara, no busca «prohibir ni quemar» estos libros, sino solo sacarlos del espacio escolar.

Exprofesora de inglés, Rosario comparte sus preocupaciones con un floridano muy influyente, el gobernador Ron DeSantis. Respaldado públicamente por «Madres por la libertad», DeSantis ha apoyado, en un gesto poco habitual, a los candidatos del consejo escolar, incluida Rosario.

Banderas y pop

Ese mismo día, pero en la tarde, la candidata hace campaña en una pequeña iglesia en Vero Beach. Parece haber conquistado al público para su causa.

Entre una tabla de quesos y un bol de palomitas de maíz, Terri Privett, una elegante cincuentona aficionada a las reuniones de Donald Trump, manifiesta su preocupación: que «la izquierda esté adoctrinando a nuestros hijos con cosas que no son americanas». 

Durante la recepción, la canción «God Bless the USA», de Lee Greenwood, se reproduce en bucle. Sin embargo, se interrumpe cuando todos los asistentes se ponen de pie para jurar lealtad a la bandera.

En la entrada, un cartel luminoso llama a votar por Ron DeSantis para «salvar Florida».

Para los participantes, el pasado militar y la imagen de hombre de familia de DeSantis, señalado como potencial candidato a las elecciones presidenciales de 2024, son motivos para quererlo.

Sobre una mesa hay una lista de los candidatos antiaborto que se postulan en las distintas elecciones locales, un volante que pide que los niños sean retirados de la escuela pública y una hilera de minibanderas.

Además, hay dos pilas de libros considerados problemáticos -en total, el grupo identificó más de 150- porque evocan «violación, incesto» o «sexo oral», explica Jennifer Pippin, una de las integrantes de «Madres por la libertad». Muchos post-it coloridos señalan cada escena subida de tono.

DeSantis y el futuro

El grupo «Madres por la libertad» experimentó un crecimiento meteórico. Creado en 2021, se extendió rápidamente más allá de las fronteras de Florida y hoy cuenta con 100.000 miembros en 42 estados. 

«Verán que con esta revolución de los padres, la política estadounidense cambiará mucho», predice Tiffany Justice, una de las cofundadoras. Ella pronostica un futuro político brillante para las figuras políticas que, como DeSantis, se involucren en el tema.

De hecho, DeSantis conquistó todos los corazones en la primera conferencia nacional de «Madres por la libertad», donde pronunció un discurso. A todos los miembros de la asociación «les hubiera gustado que fuera su gobernador», prosigue. «¡Y muchas madres dijeron que no podían esperar para votar por él en las elecciones presidenciales!».

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